La vía visual central

La visión no implica simplemente la observación de cada pixel en una escena, tal como lo realiza una cámara fotográfica, el cerebro categoriza toda la observación en tópicos específicos (textura, contraste, dimensión, velocidad), luego compara esta imagen con imágenes previas o las del ojo opuesto, hasta obtener información relevante para llevar acabo una tarea, o cuando la supervivencia del animal se eleva a un nivel que requiere la atención conciente.

La via visual central Comienza con la retina, que es , en efecto, una extensión del cerebro, en esta la información se procesa en tres estadios.

La primera ocurre en los fotoreceptores (conos y bastones)

La segunda ocurre en la capa plexiforme interna, en donde las células bipolares y horizontales interactúan sinápticamente. Aquí se observa el contraste de la imagen.

El tercero ocurre en la capa plexiforme interna, donde observamos la dinámica de los objetos, donde se encuentran las células amacrinas y ganglionares.

Estas células ganglionares forman luego las capas de fibras nerviosas de la retina, las cuales convergen luego en el disco óptico, que después se rodean de mielina, pasando por la lámina cribosa por medio del nervio óptico hacia el quiasma óptico.

En aquellos animales donde la forma del cráneo no les permite a ambos ojos ver el mismo campo visual, ocurre un completo cruzamiento de los nervios en el quiasma óptico.

Mientras los ojos se tornan más frontal en algunas otras especies, la cantidad de nervios que se entrecruzan en el quiasma óptico disminuye.

Las fibras luego entran al tracto óptico derecho e izquierdo, para luego pasar al cuerpo geniculado, tomando en cuenta que un 20 a 30% de estas fibras se descarrilan para pasar por el área pretectal.

La mayoría de las fibras que entran directamente al cuerpo geniculado hacen sinapsis con la tercera neurona ascendente del sistema visual (las primeras dos sinapsis son en las células bipolares y ganglionares), las células que se descarrilan llevan el reflejo pupilar (por eso es que un animal con reflejo pupilar puede estar ciego). Estas fibras pasan lateral al ventrículo lateral hacia la corteza visual.

Este post fue presentado en el hospital veterinario JG en enero del 2011

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