Durante toda anestesia en reptiles debemos de tener al animal monitorizado , siempre vigilando los reflejos, indicativos del plano anestésico, el suministro de oxígeno por traqueotubo, la frecuencia cardíaca, con doppler o con ECG, así como la temperatura corporal que debe de estar cercana a los 30ºC tanto en su recuperación como en toda la fase de hospitalización.
Se muestra una tortuga acuática inducida con propofol y mantenida con isofluorano, y monitorizada con doppler. En tortugas es especialmente útil debido a la imposibilidad de palpación del choque de punta cardíaco.