Preparados Antitiroideos

En la actualidad el tratamiento básico del hipertiroidismo es el iodo radiactivo (I131). Se utiliza como tratamiento preferente para los pacientes mayores de 40 años, y para los menores de esta edad que padezcan un cuadro hipertiroideo que no sea la enfermedad de Graves-Basedow, o que tengan cuadros concurrentes de enfermedad cardiorrespiratoria, psicosis o diabetes o bien los que hayan recaído tras tratamiento con los medicamentos incluidos en este apartado.

Muchos clínicos emplean directamente el radioiodo a cualquier edad, pero persisten las naturales reticencias a administrar una sustancia radioactiva a pacientes en edad de procrear. Sin embargo la experiencia ha demostrado que el I131 es un tratamiento cómodo y seguro. El efecto secundario más importante es una disminución progresiva de la función tiroidea que puede llevar con los años al hipotiroidismo.

Los radiofármacos se salen del ámbito del CATALOGO. Los medicamentos incluidos aquí son los agentes antitiroideos derivados de la tiourea, que actúan inhibiendo la transformación metabólica de ioduro en yodo (un paso previo a su incorporación a la hormona tiroidea).

Los comercializados en España son:

  • Carbimazol
  • Tiamazol (Metimazol)

Existen diferencias de utilización de antitiroideos según los países, que se reflejan en las recomendaciones de tratamiento que nos encontramos en la literatura científica. Pero se trata exclusivamente de preferencias nacionales; a efectos terapéuticos todos los derivados de tiourea pueden considerarse equivalentes. En lo que se refiere a los comercializados en España, el tiamizol es el metabolito activo del carbimazol y son por tanto prácticamente idénticos.

A tenor de lo que hemos dicho antes, el uso de estos fármacos es bastante limitado y básicamente consiste en:

–       El tratamiento de la enfermedad e Graves-Basedow en pacientes jóvenes.

–     La obtención de estado eutiroideo previo al tratamiento con I131 . El medicamento debe suspenderse al menos cuatro días antes de la administración del radiofármaco.

En el primer caso, la dosis se reduce una vez llegado a estado eutiroideo (unas seis a diez semanas) pero el tratamiento se mantiene un mínimo de un año y a veces dos. Las remisiones definitivas se producen en algo menos del 50% de los casos. Parece que se obtienen índices mayores de curación usando un régimen de dosis altas de antitiroideo junto con levotiroxina (para compensar la hipofunción tiroidea), pero es difícil controlar este régimen mediante la medida de parámetros bioquímicos.

Otros tratamientos

El iodo (como ioduro potásico, o soluciones yodo-ioduro) inhibe rápidamente la secreción tiroidea, pero el efecto se pierde al cabo de varios días y además puede interferir con los tratamientos mencionados antes.

Se utiliza en tratamientos de corta duración para

  • Preparación a la resección quirúrgica del tiroides.
  • Tratamientos de emergencia (crisis tireotóxicas, cirugía urgente no tiroidea en pacientes hipertiroideos no controlados, etc.)
  • Acelerar el retorno a la normalidad de la función tiroidea tras tratamientos con radioiodo.

Betabloqueantes. El bloqueo beta-adrenérgico revierte rápidamente muchos síntomas de hipertiroidismo (taquicardia, temblor, ansiedad, debilidad muscular) y mejoran la sensación de bienestar del paciente.

Todos los beta-bloqueantes son efectivos para este propósito, pero no influyen en la disfunción tiroidea. Son una terapia paliativa que se retira progresivamente al ir haciendo efecto el tratamiento antitiroideo. Debe tenerse precaución en cuadros de insuficiencia cardíaca congestiva, sean debidos o no al hipertiroidismo.

RECUERDE

El problema más importante de los derivados de tiourea, aunque es muy raro, es la agranulocitosis. Suele revertir espontáneamente al suspender el tratamiento. Parece ser una reacción de tipo idiosincrásico y el recuento hematológico rutinario tiene poco valor en la prevención.

El paciente debe ser instruido para que acuda al médico si aparecen síntomas indicativos del cuadro (erupciones, fiebre, llagas en la boca, etc.).

TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD NODULAR BENIGNA DEL TIROIDES

TABLA 1. BOCIO UNINODULAR

Opción terapéutica

Ventajas

Inconvenientes

Comentarios

Fármacos antitiroideos

Facilidad de manejo

Tratamiento a lo largo de toda la vida. Riesgo de efectos adversos.

Interesante como tratamiento previo a cirugía, así como antes y después del iodo radiactivo en ancianos y en aquellos pacientes con otras patologías concomitantes. El uso prolongado sólo se recomienda cuando no puedan emplearse otras opciones.

Cirugía

Control rápido y permanente del hipertiroidismo en prácticamente todos los pacientes. Permite descartar cáncer de tiroides.

Mortalidad y morbilidad asociada a cirugía (menor que para la enfermedad multinodular); hipotiroidismo (10-20%).

Recomendada en niños y adolescentes; preferible en pacientes con nódulos grandes.

Iodo radiactivo (I131)

Muy eficaz en el control del hipertiroidismo (más del 90% de curaciones con una sola dosis)

Reversión gradual de hipertiroidismo; hipotiroidismo (10%), riesgo teórico de cáncer inducido por radiación.

Opción interesante para la mayoría de los pacientes.

Inyección percutánea de etanol

Eficaz para revertir el hipertiroidismo, sin mortalidad ni morbilidad quirúrgica, sin riesgo de cáncer inducido por radiación.

Son necesarias múltiples inyecciones, de carácter doloroso; se desconoce la eficacia a largo plazo; parálisis transitoria del nervio laríngeo recurrente (casos raros)

Es una alternativa a la cirugía o al iodo radiactivo, especialmente en pacientes con nódulos pequeños.

TABLA 2. BOCIO MULTINODULAR

Opción
terapéutica
Ventajas Inconvenientes Comentarios
Fármacos antitiroideos Facilidad de manejo Tratamiento a lo largo de toda la vida. Riesgo de efectos adversos. Interesante como tratamiento previo a cirugía, así como antes y después del iodo radiactivo en ancianos y en aquellos pacientes con otras patologías concomitantes. El uso prolongado sólo se recomienda cuando no puedan emplearse otras opciones.
Cirugía Control rápido y permanente del hipertiroidismo en prácticamente todos los pacientes. Permite descartar cáncer de tiroides. Mortalidad y morbilidad asociada a cirugía (menor que para la enfermedad multinodular); hipotiroidismo (variable); persistencia o recurrencia del hipertiroidismo (variable). Recomendada en pacientes con grandes bocios, cuando sea precisa una rápida resolución de la compresión.
Yodo
radiactivo (I131)
Muy eficaz en el control del hipertiroidismo. Sólo reversión parcial del hipertiroidismo (pueden precisarse varias dosis); hipotiroidismo (<20%), riesgo teórico de cáncer inducido por radiación. Opción interesante para la mayoría de los pacientes.

El contenido aquí mostrado corresponde a BOT (base de datos de medicamentos en España 2002), que aunque está relacionado con medicamentos de uso humano, puede resultar muy útil para la medicina veterinaria de pequeños animales.

Acerca de Maria del Mar Griñán Pastor

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