Anestésicos locales

Los anestésicos locales son fármacos que producen un bloqueo reversible de la conducción del impulso nervioso en cualquier parte del sistema nervioso a la que se apliquen. Como consecuencia de ello, la función sensitiva o motora de las fibras nerviosas queda inhibida de forma transitoria en el lugar de administración del anestésico o en el área inervada por las estructuras nerviosas en cuya vecindad se aplica.

Los anestésicos locales inhiben la génesis y conducción del impulso nervioso al bloquear los canales de sodio (Na+) voltaje-dependientes de la membrana de las células nerviosas. La menor entrada de sodio deprime la excitabilidad, la velocidad de despolarización y la amplitud del potencial de acción, hasta niveles en los que ya no es capaz de excitar la membrana en reposo colindante y generar un nuevo potencial de acción.

La sensibilidad de cada fibra nerviosa frente a un anestésico local depende de tres factores: diámetro de la fibra, frecuencia de disparo y duración del potencial de acción, y su disposición anatómica (Tabla 1).

Tabla 1. Tipos y características de las fibras nerviosas

– Diámetro de la fibra nerviosa.- Cuanto mayor es, tanto mayor debe ser la concentración de anestésico empleado para el bloqueo.

–   Frecuencia de disparo y duración del potencial de acción.- La fibras transmisoras de la sensación dolorosa disparan a mayor frecuencia y generan potenciales de acción más largos que las fibras motoras.

–  Disposición anatómica de las fibras nerviosas.- En los troncos nerviosos de función mixta, los nervios motores suelen localizarse en la periferia, lo que se bloquean antes las funciones motoras que las sensitivas. En las extremidades, las fibras sensoriales proximales se localizan en la superficie, mientras que la inervación sensorial distal se localiza en el centro del haz nervioso. Por lo tanto, la anestesia se desarrolla primero proximalmente y luego difunde distalmente, a medida que penetra el fármaco en el centro del haz nervioso.

De acuerdo con estos tres criterios, cuando se aplica un anestésico local a un nervio mixto, la secuencia de bloqueo es la siguiente:

  1. Fibras B y sC (funciones autónomas): vasodilatación.
  2. Fibras dgC (sensación dolorosa): analgesia.
  3. Fibras Ad (sensibilidad térmica y dolorosa): analgesia.
  4. Fibras Aa (conducción motora y propiocepción): pérdida de actividad motriz y sensibilidad táctil.

Como es lógico, la recuperación del bloqueo sigue un orden inverso al de su aparición.

Diferencias entre anestésicos locales

Desde el punto de vista estructural Existen dos grupos de anestésicos, los ésteres y las amidas. Sus principales características están recogidas en la Tabla 2, aunque en términos generales pueden establecer las siguientes diferencias:

–    Los derivados de amida muy raramente producen reacciones alérgicas, frente a lo que ocurre con los derivados de éster (5% de incidencia en estos últimos).

–   El metabolismo de las amidas es más limitado y lento que el de los ésteres, motivo por el que suelen tener una duración de acción mayor.

–    Los derivados de amida tienden a producir vasoconstricción (generalmente leve).

Desde el punto de vista de la utilización, los aspectos más determinantes de los anestésicos locales son la latencia (tiempo transcurrido entre la administración y aparición del efecto anestésico) y la duración de acción.

La latencia es mayor cuanto más básico es el anestésico. Como todos ellos son bases débiles, cuanto menor sea su pKa, mayor será la proporción de fármaco no ionizado (forma bajo la que puede atravesar las membranas nerviosas). Por otro lado, la latencia disminuye cuando mayor es la liposolubilidad y la dosis administrada, y cuanto menor es la distancia desde el punto de administración hasta el nervio.

La duración depende fundamentalmente de la liposolubilidad del anestésico local. Además, la mayor fijación a las proteínas tisulares condiciona una mayor potencia anestésica y una mayor duración, pero también una mayor toxicidad.

Tabla 2. Tipos y características de los anestésicos locales


Utilización de vasoconstrictores

La duración del bloqueo de la conducción nerviosa es proporcional al tiempo que las fibras nerviosas están en contacto con el anestésico. La vasodilatación producida por el propio fármaco (en especial, las amidas) tiende a reducir rápidamente su concentración en la zona de anestesia acortando la duración de sus efectos. Por ello, la adición de un agente vasoconstrictor permite:

  1. Localizar el anestésico en el punto deseado.
  2. Aumentar la intensidad y duración de la anestesia.
  3. Retrasar el paso del anestésico a la circulación sistémica, lo que reduce su toxicidad general.
  4. Reducir la hemorragia (en intervenciones quirúrgicas menores).

Los vasoconstrictores más utilizados son adrenalina (1/80.000- 1/250.000) y fenilefrina (1/25.000).

Vías de administración de anestésicos generales

– Tópica.- Los anestésicos locales no atraviesan la piel intacta, pero puede haber una absorción significativa cuando hay heridas, quemaduras o úlceras cutáneas. También puede aplicarse sobre las membranas mucosas (nariz, boca, encía, garganta, vías genitourinarias, etc.). Es preciso tener en cuenta que está vía puede provocar una sensibilización en personas alérgicas (mucho más común con los derivados de éster).

– Infiltración.- Supone la inyección directa en los tejidos a anestesiar. Suelen ser precisas dosis relativamente grandes para anestesiar zonas relativamente pequeñas. En cirugía menor de las extremidades inferiores se usa la anestesia regional IV, en la que se utiliza un torniquete para reducir al máximo el retorno venoso en la extremidad, localizando el efecto anestésico de una forma muy efectiva.

– Bloqueo nervioso.- Es una variedad de la anestesia por infiltración, en la que se inyecta el anestésico en las inmediaciones del tronco o plexo nervioso a anestesiar. Permite utilizar dosis más bajas, pero exige una gran precisión, de ahí que sólo se emplee por personal sanitario especializado.

– Raquídea.- Consiste en administrar un anestésico local dentro del líquido céfalo-raquídeo a través del espacio lumbar.

– Epidural.- Similar a la anterior, pero a través del espacio epidural, generalmente mediante infusión continua (o utilizando dosis repetidas). Es muy utilizada.

El contenido aquí mostrado corresponde a BOT (base de datos de medicamentos en España 2002), que aunque está relacionado con medicamentos de uso humano, puede resultar muy útil para la medicina veterinaria de pequeños animales.

Acerca de Maria del Mar Griñán Pastor

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