Se presenta a nuestra consulta CANI, perro hembra de raza boxer de 9 años de edad. Los propietarios refieren que está activa, come y bebe con normalidad; pero ha perdido peso en las últimas semanas. A la exploración física no presenta alteraciones destacables. Temperatura: 38,8ºC. Se procede a realizar un chequeo que incluye radiografías de tórax y abdomen, ecografía abdominal y análisis de sangre con un perfil básico que incluye hemograma y bioquímica; así como la determinación serológica de Leishmania, Ehrlichia canis, Anaplasma spp, Dirofilaria inmitis y enfermedad de Lyme.
En la ecografía y radiografías de abdomen se observan organomegalias con hepatomegalia y esplenomegalia.

Hemograma QBC en la que se muestra una curva de mononucleares muy ancha y sin delimitación entre plaquetas y mononucleares
El hemograma realizado mediante hemocitómetro de ADN/ARN presenta una marcada leucocitosis. La curva del QBC es anormal, mostrando una delimitación incorrecta entre los segmentos de linfocitos/monocitos (L/M) y las plaquetas (PLT). El hemocitómetro QBC se muestra incapaz de separar correctamente los segmentos de L/M y plaquetas, por lo que ante la sospecha de leucocitosis con fuerte componente mononuclear se procede a realizar un frotis de sangre.

Frotis de sangre mostrando marcada leucocitosis con claro predominio de mononucleares compatibles con linfocitos grandes de aspecto maduro. Tinción Diff-Quick. Objetivo 40x
En la extensión de sangre se evidencia una marcada leucocitosis con presencia de numerosas células mononucleares morfológicamente homogéneas, sugerentes de un origen clonal. Tales células son compatibles con linfocitos grandes, pero de aspecto maduro, con un núcleo grande, esférico u ovalado y con la heterocromatina en formación regular. No se observan nucleolos prominentes. El citoplasma se muestra abundante y claro, o ligeramente basofílico.

Frotis de sangre de Cani a mayor aumento en el que se observa una similitud morfológica en los linfocitos, indicando una posible proliferación clonal. Tinción Diff-Quick. Objetivo 100x
Los marcadores bioquímicos muestran moderada hiperglobulinemia (5,3 gr/dL) con la albúmina en el límite bajo. Dos tercios de perros con leucemia linfocítica crónica presentan hiperglobulinemia, correspondiente a una gammapatía monoclonal, resultado paradójico, ya que la mayoría de los casos de LLC se corresponden con leucemias de linfocitos T. La fosfatasa alcalina está ligeramente elevada (260 UI/L) y, aunque es un marcador poco específico de hepatopatías en el perro, en nuestro caso clínico puede representar una infiltración linfocitaria en el hígado.
Ante la presencia de un número anormal de células linfoides en sangre periférica se realizan pruebas serológicas de Leishmania y Ehrlichia para descartar ambos procesos (la ehrlichiosis monocitotrópica canina, en ocasiones, cursa con elevadas concentraciones de linfocitos en sangre periférica, aunque su concentración no suele superar los 20.000 linfocitos/microL). Ambas pruebas son negativas.
Finalmente, se opta por extraer médula ósea mediante punción de la unión costocondral para realizar una evaluación citológica. Al microscopio se observa una proporción de células linfoides con las mismas características morfológicas a las observadas en la médula ósea y en una proporción que supera el 30% del total de las células medulares. Se establece un diagnóstico de leucemia linfocítica crónica.
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es un síndrome linfoproliferativo relativamente poco frecuente en el perro, aunque tampoco puede considerarse raro. Es menos frecuente que el linfoma, pero mas frecuente que el resto de leucemias (leucemia mieloide crónica o leucemias agudas). Habitualmente, se presenta en perros geriátricos y con frecuencia su diagnóstico se realiza durante un chequeo rutinario. El diagnóstico se establece demostrando la presencia de más de 20.000 linfocitos/microL en sangre periférica durante un periodo de tiempo significativo (3 meses) y la presencia de mas del 30% de tales células neoplásicas en la médula ósea. El pronóstico es menos favorable que en el caso del linfoma, pero mejor que en el resto de las leucemias. Con un tratamiento quimioterápico correcto el paciente puede vivir durante varios años con una calidad de vida aceptable.






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11 respuestas a Caso clínico. Leucemia linfocítica crónica (LLC) en un perro